La consejería de Medio Rural del Principado ha alertado sobre una posible “infranotificación de algunas patologías como la Fiebre Q“. En este sentido señala que, cuando se dispone de la confirmación laboratorial de esta enfermedad, “la explotación ganadera es inmovilizada oficialmente; en caso de producir leche, debe ser sometida a un proceso térmico mínimo de pasterización; el ganadero debe adoptar unas mínimas condiciones de bioseguridad (ya que se trata de una zoonosis) y la inmovilización se levanta inmediatamente una vez tenga vacunada la explotación, sin más repercusión sanitaria frente a la ganadería”.
La Administración recuerda que la ley especifica que “toda persona, física o jurídica, pública o privada, estará obligada a comunicar a la autoridad competente, de forma inmediata y, en todo caso, en la forma y plazos establecidos, todos los focos de que tenga conocimiento de enfermedades de carácter epizoótico, o que por su especial virulencia, extrema gravedad o rápida difusión impliquen un peligro potencial de contagio para la población animal, incluida la doméstica o silvestre, o un riesgo para la salud pública o para el medio ambiente.
Y concluye: “En los supuestos en que no se prevea un plazo específico en la normativa aplicable, éste será de 24 horas como máximo para las enfermedades de declaración obligatoria. Será igualmente obligatoria la comunicación de cualquier proceso patológico, que, aun no reuniendo las características mencionadas, ocasione la sospecha de ser una enfermedad de las incluidas en las listas de enfermedades de declaración obligatoria.”



