Entrega del premio Veterinario Jubilado de la feria de La Ascensión

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A propuesta del Colegio de Veterinarios de Asturias, la feria de La Ascensión de Oviedo y la Fundación Caja Rural de Asturias han rendido este año homenaje con el premio Veterinario Jubilado a María Fernanda Fernández Barrios.

El acto tuvo lugar en el auditorio Príncipe Felipe e hicieron entrega, en nombre del Colegio, Rocío Quince y, en nombre del ayuntamiento de Oviedo la concejala de Festejos, Covadonga Díaz.

Nacida en Mieres, donde realizó sus primeros estudios, María Fernanda Fernández fue estudiante claramente de ciencias a la que le gustaban los animales. En el último año de instituto, buscando alternativas, confirmó que la Veterinaria tenía muchas opciones y salidas. Así, se licenció en la Universidad de León, decantándose por la especialidad de Bromatología y Tecnología de los Alimentos.

Su idea inicial fue dedicarse al control alimentario, comenzando a trabajar durante tres meses en una empresa de catering en León, que servía comidas a colegios y residencias. Pero, abierta a todo, se presentó a un examen para la Administración del Principado de Asturias y sorprendentemente, acabó en ganadería, con un contrato por obra o servicio como coordinadora de saneamiento ganadero.

La ganadería, la sanidad animal y en especial, las campañas de saneamiento ganadero, la engancharon por completo y a ellas ha dedicado Mª Fernanda la práctica totalidad de su trayectoria laboral, siempre en la Administración y en los distintos puestos que fue ocupando a lo largo de sus 30 años, como coordinadora de campañas, en el laboratorio de Sanidad Animal en Gijón, como Jefa de Sección de Programas de Erradicación y Control y finalmente como Jefa de Servicio de Sanidad y Producción Animal, así que, salvo en el último periodo, en el que amplió un poco el campo al control de las producciones animales y al bienestar animal, toda su vida profesional la dedicó a los programas de control de enfermedades animales.

Se declara amante de la maravillosa profesión de veterinaria, en la que junto con sus compañeros vivió situaciones difíciles, entre las que recuerda especialmente la “Lengua Azul”,  y revindica la profesión y en especial el trabajo veterinario en y de la Administración para que ocupe el lugar que se merece, no solo por el cuidado de los animales, sino también por la labor que se realiza destinada al cuidado de la salud de las personas.

Hoy, ya jubilada, Mª Fernanda lo que tiene es tiempo para poder disfrutar de su familia y sus amigos, de sus aficiones que van desde el ganchillo a la cocina, pasando por la lectura y el estudio del inglés, y sobre todo viajar, descubriendo nuevas experiencias, lugares, costumbres y culturas.

En el mismo acto, Rocío Quince también entregó el premio al ganadero destacado de la raza frisona, Ganadería Remeye, S.C, propiedad de David Álvarez López, junto con el presidente de ASCOL, José Emilio García Suárez.