El Colegio de Veterinarios de Asturias mantiene entre sus prioridades la rebaja del IVA veterinario

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El Colegio de Veterinarios de Asturias lamenta que la rebaja del IVA para la prestación de servicios veterinarios a animales de compañía quede fuera del Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021. El Colegio Oficial de Veterinarios del Principado de Asturias lleva años al frente de esta reivindicación, desde que, en 2012, se produjo la subida de tipo impositivo, pasando del IVA reducido al IVA general.

“Cuando el Real Decreto Ley de 2012 elevó los tipos de gravamen de IVA, se pasó del 8 al 21%, un total de 13 puntos porcentuales, que supone una gran carga para los dueños de los animales de compañía y que, además, tiene su efecto en la salud pública”, explica Armando Solís, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Asturias. En este sentido, añade que “desde que se produjo esa variación, se detecta una caída en las visitas al veterinario, lo que debilita todo el sistema de prevención y salud de los animales de compañía. Esto no es bueno ni para ellos ni para las personas con las que conviven”.

“Es injusto que siendo como somos personal sanitario nuestros servicios estén gravados con el tipo más alto”, comenta Solís, que ha tenido varias reuniones con Sergio García, director general de Derechos de los Animales, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. “En esta ocasión, contábamos con que se iba a producir la rebaja ya que era una apuesta del gobierno de coalición, pero finalmente no se ha materializado, lo que supone un varapalo para el sector”, dice el presidente del Colegio de Veterinarios del Principado, que también mantuvo varios encuentros con Delia Losa, delegada del gobierno en Asturias, con el objetivo de que ella le trasladase esta petición al gobierno central.

Solís explicó que desde el Colegio de Veterinarios se seguirá reivindicando esta rebaja del IVA a los servicios veterinarios a animales de compañía, ya que, según dijo “no tiene sentido mantener un gravamen tan elevado, que considera al animal de compañía como un artículo de lujo, siendo este de vital importancia para el bienestar físico y mental de las personas”.